Las marinas realista y patriótica en la independencia de Chile y Perú
- G. Pérez Turrado
- libro
- 256
- 24x17 cms
- 84-7823-446-9
La presente obra se centra en la independencia de Chile y Perú desde el lado español en la vertiente marítima. No hace falta destacar que unos territorios con una fachada marítima prolongadísima y con una geografía terrestre tan escabrosa precisaban una Armada en condiciones para su defensa. Esto lo entendieron perfectamente los patriotas desde el lado independentista y formaron una respetable escuadra con la colaboración inglesa, muy bien estudiada por los historiadores chilenos y peruanos.
Los realistas también se dieron cuenta de la necesidad imperiosa de una fuerte Armada, pero sólo sobre el papel. Las comunicaciones entre los distintos ministerios fueron numerosísimas pero no dieron resultado alguno. La expedición más poderosa se compuso de dos navíos y una fragata; uno de ellos, el Alejandro I, tuvo que regresar por su deficiente preparación, y el otro, el San Telmo, se hundió en el cabo de Hornos; sólo llegó la fragata Prueba.
Después todo se redujo a papeleo y más papeleo ineficaz. Con esto no queremos restar méritos a los patriotas, porque, no obstante lo anterior, la Marina realista hizo lo que pudo, que no fue poco, pero sí insuficiente. De todo lo cual el lector tendrá cumplida cuenta en el interior de la presente obra.
- libro
- 256
- 24x17 cms
- 84-7823-446-9
La presente obra se centra en la independencia de Chile y Perú desde el lado español en la vertiente marítima. No hace falta destacar que unos territorios con una fachada marítima prolongadísima y con una geografía terrestre tan escabrosa precisaban una Armada en condiciones para su defensa. Esto lo entendieron perfectamente los patriotas desde el lado independentista y formaron una respetable escuadra con la colaboración inglesa, muy bien estudiada por los historiadores chilenos y peruanos.
Los realistas también se dieron cuenta de la necesidad imperiosa de una fuerte Armada, pero sólo sobre el papel. Las comunicaciones entre los distintos ministerios fueron numerosísimas pero no dieron resultado alguno. La expedición más poderosa se compuso de dos navíos y una fragata; uno de ellos, el Alejandro I, tuvo que regresar por su deficiente preparación, y el otro, el San Telmo, se hundió en el cabo de Hornos; sólo llegó la fragata Prueba.
Después todo se redujo a papeleo y más papeleo ineficaz. Con esto no queremos restar méritos a los patriotas, porque, no obstante lo anterior, la Marina realista hizo lo que pudo, que no fue poco, pero sí insuficiente. De todo lo cual el lector tendrá cumplida cuenta en el interior de la presente obra.
